A la espera de nuestro encuentro

Desperté en un sitio oscuro, no sabía dónde estaba, sé que di muchas vueltas buscándote pero no te encontraba. Todavía era de madrugada cuando comencé a buscarte y nunca me había sentido tan solo. Te busqué dentro del bosque, en la carretera, es cierto que casi pierdo la vida, pero todo valía la pena si se trataba de volver a tus brazos.

No pierdo las esperanzas, aún sigo buscándote, tal vez nos robaron la casa y te secuestraron, pero aquí estoy yo para ser tu héroe y rescatarte. Pero, ¿a dónde te habrán llevado? No lo sé, pero voy en mi búsqueda por ti. Fui de vecindario en vecindario preguntando, hubo vecinos que me trataron de decir amablemente, otros solo me echaban de lado y algunos se molestaban si me acercaba a su portón. Recorrí edificios y casas, olfateando el piso para saber si por el rastro te encontraba. Hubiese sido más fácil si no te hubieras bañado, ya que esos perfumes borran tu esencia y a veces no te reconozco.

Sigo esperanzado a pesar de que mis almohadillas se queman en la brea, estoy un poco cansado y el sol no deja de fatigarme. Esto, no es nada a lo que estoy dispuesto a hacer por ti, pues te amo con todo mi corazón y sé que estaremos juntos otra vez. Mi fuerza para seguir buscándote son los momentos juntos que hemos pasado, cuando me tirabas la pelota para que fuera a buscarla, me acariciabas la barriguita y me consentías. Recuerdo el rico olor de mis premios, de tu camisa en mi camita y todas esas cosas que me hacen feliz cuando estoy contigo.

Perdóname porque comí basura, pero es que ya me estaba dando hambre yo sé que te molestas cuando lo hago, pero es que afuera no me dan galletitas ni comida enlatada como tu sueles hacerlo. No sé cuánto he recorrido, pero a lo largo de mi trayecto ya he hecho amigos, unos más amables que otros pero no importa, nada de lo que hago por ti me da pesar. Si vez que tengo una que otra cicatriz en mi cuerpo, no te asustes, estaba jugando con mis amigos, tú sabes, los menos amables que otros. Sigo dispuesto a seguir buscándote porque sé que debes estar como loco buscándome a mí también, por eso no he de parar, cueste lo que me cueste, yo te voy a encontrar.

Me imagino como debes estar, desesperado, solo y triste, así me siento yo, pero el doble. Todavía tengo mi collar puesto, se te hará fácil reconocerme porque nunca deja de sonar la campanita que le pusiste. Esa es mi mayor esperanza, que la escuches y puedas encontrarme.

Todavía me sigo preguntando porqué nos robaron la casa y nos separaron. ¿Por qué no fueron más conscientes esos pillos y nos dejaron juntos? ¿Por qué dejarte en un lado y a mí en otro? ¡Qué pillos más estúpidos! No saben que puedo encontrarte con solo olfatear tu rastro, ¡qué bobos son! No saben que mi hogar está en tus brazos y que no hace falta separarnos porque somos inseparables, bueno, al menos eso creo.

No te voy a mentir, porque no sé mentir tampoco, pero quiero que sepas que ya estoy empezando a extrañarte. Tu nunca dejas que me moje en la lluvia, por más divertido que sea para mí porque me enfermo, pero ni la lluvia que cae en este momento encuentro divertido si no estás aquí. Me siento solo, muy solo, y no acabo de encontrarte. No sé cuánto he recorrido, tampoco el tiempo, pero he visto la luna 56 veces y cada vez que la veo le pregunto dónde estarás. Me refugio en cajas, debajo de puentes, cerca del agua, en la orilla de la carretera, a ver si solo así puedes encontrarme, pero siguen pasando los días y no consigo estar a tu lado de nuevo.

No pierdo la esperanza, no me rindo, sé que aparecerás por mí. Dicen que los animales no sienten, pero si de algo estoy seguro es que la soledad me acompaña y el cansancio va llegando poco a poco. El hambre va en aumento, mis patas empiezan a doler aún más y comienzo a oler muy mal. Me haces falta, necesito mi rico baño en la ducha, con burbujas y música. Me hacen faltas tus caricias, tus mimos y aunque no lo creas también tus regaños. Sigo esperando por ti, porque ya he perdido la dirección a casa, todo me es tan diferente y comienzo a desesperarme. El sentirse perdido es el sentimiento más horrible que puede llegar a sentir alguien, no saber dónde estás cuando quieres regresar lo antes posible a tu hogar, donde te sientes seguro y protegido. Dios, tú conoces mi corazón, nunca he hecho nada malo, excepto romperle las chanclas, ayúdame a encontrarlo, porque ya estoy perdiendo la fuerza.

Aún en mi debilidad, me levanto para buscarte, miro con calma a mi alrededor para ver si algo me es parecido con llegar a casa y logro ver el cartel de la ciudad donde vivimos a lo lejos. Con mis huellitas gastadas, comienzo a caminar y caminar, ahora un poco más ligero porque me siento cerca de casa. Sin importarme la sed, el hambre, el frío, el dolor en mi pancita y mi soledad, avanzo a donde estas, en casa. Comienzo a oler el carrito de salchichas donde te parabas a comprarme y aproveché para preguntarle al señor si te había visto.

Sorprendido, como también lo estaba yo, el señor se preguntaba donde estarías tú y porque yo estaba vagando por ahí. Traté de explicarle que nos habían robado la casa, pero solo me dio una salchicha, la cual no desaproveché, por supuesto. Seguí mi camino, más animado que nunca, ya estaba cerca del parque donde me llevabas a jugar con mis amiguitos, los amables. Mi cola empieza a moverse rápidamente, ella sabe que estamos cerca de casa y no veo la hora de que me abraces y me digas que me echaste de menos. Cruzo el puente donde me llevabas a correr los patos, que felicidad me dio verlas otra vez, se veían tan lindas en el lago, pero sin ti no las podría apreciar bien.

Falta poco para nuestro encuentro, y en mi caminata de blanco y negro, mi corazón salta de alegría. Todo este sufrimiento y pesar, fue momentáneo, no me imagino los que deben sentirse así por siempre. No podría vivir sin ti, me sentiría peor que como me sentía buscándote. No sé cómo gente sin corazón puede abandonar a un ser tan amoroso y leal. Nosotros no hacemos daño, ni robamos, matamos, engañamos o mentimos.

Mayormente lo hace la gente mala, pero tú eres especial, ¡eres uno en un millón! Finalmente llego a la entrada de la urbanización, la cuarta casa ¡esa es la mía! Ahora si corro como loco, como si me hubieses arrojado la pelota y voy desenfrenado a devolvértela. He llegado a casa, pero todo esta tan desolado, ¿estarás dormido? Comienzo a llamarte, para que veas que he vuelto, esperando un rico abrazo y un enorme beso, pero no me contestas. Vuelvo a llamarte y nada. Algo extraño que observo es que has puesto un letrero frente a la casa, ¿será una nueva decoración? A ti no te gustan los letreros porque se ven feos en la casa y porque yo me los llevo para jugar.

No sé qué dice, pues sería el colmo que un perro sepa leer y aun no consigo que salgas a la puerta. Me quede en el balcón, a lo mejor saliste a hacer la compra o a demandar a los pillos, así que esperaré a que llegues. Pasan las horas y nada, la luna me saluda de nuevo y el sol al otro día. Y siguió así, pasaban los días y no llegabas, ahora si estoy empezando a sentirme muy triste. ¿A dónde habrás ido sin mí? Si yo soy tu compañero fiel y a dondequiera íbamos juntos. Me siento confundido con tu ausencia, ¿habrás ido a buscarme? ¿Dónde estarás? Los días frente al balcón se alargaron y mis esperanzas ya comenzaban a mermar, creo que ya sospechaba algo más. Ese presentimiento de que me abandonaste ya comenzaba a sentirlo, me carcomía cada día que no llegabas y mi pesadilla se habría vuelto realidad.

Pero no tengo cabida en mi corazón para odiarte, todavía seguiré esperándote en el balcón, y estoy seguro de que volverás a buscarme. Te sigo amando, con todas las fuerzas que me restan y con las que tendré cuando vuelva a verte. Yo sé que nunca me abandonarías, alguien que ama no abandona, al menos eso siempre me decías. Sea a donde sea que estés, te sigo esperando para volver a enredarme en tus brazos, no será hoy, tampoco mañana pero si de algo estoy seguro es que vendrás por mí… yo sé que vendrás por mí.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.